Los lunes son recuerdos de estos brazos
que ahogan como soga mi futuro
que son cadenas torpes que detienen
las horas de los dias y minutos.
Los martes, estas piernas que me aguantan
que no siempre caminan con sentido
son dos que tropiezan con frecuencia
en cada piedra que hay en el camino
Los miércoles no puedo con mis manos
que marcan a su ritmo en mi teclado
y escriben frases cortas y deseos
que clavan sus puñales en mis dedos.
Los jueves me levanto con dos ojos
reflejos de la plata de mi cielo
con lágrimas que llenas de recuerdos
agolpan en el fondo sus misterios
Los viernes, que debieran de ser fiesta
convierten alharacas en dolores
y estalla mi cabeza que se llena
de ausencias, de tristezas y dolores
Los sábados, dolor en cada paso
de pies que no soportan los caminos,
que no caminan nunca por la ruta
que ofrece la esperanza a mi destino.
Y sueño que despierto un buen domingo
y adoro las marquitas de mi ombligo.
mis manos y mis brazos son abrazos
mis dedos y mis pies son laberintos
y pierdo en sus veredas estos miedos
que marcan a diario mis sentidos.
Y puede que el domingo sea fiesta
y olvide, inseguros, mis latidos,
y puede que esta vez me baste sólo,
gritar, con esta voz que es como un hilo,
un grito que me ate a las certezas
del imperfecto mundo que he elegido.
que ahogan como soga mi futuro
que son cadenas torpes que detienen
las horas de los dias y minutos.
Los martes, estas piernas que me aguantan
que no siempre caminan con sentido
son dos que tropiezan con frecuencia
en cada piedra que hay en el camino
Los miércoles no puedo con mis manos
que marcan a su ritmo en mi teclado
y escriben frases cortas y deseos
que clavan sus puñales en mis dedos.
Los jueves me levanto con dos ojos
reflejos de la plata de mi cielo
con lágrimas que llenas de recuerdos
agolpan en el fondo sus misterios
Los viernes, que debieran de ser fiesta
convierten alharacas en dolores
y estalla mi cabeza que se llena
de ausencias, de tristezas y dolores
Los sábados, dolor en cada paso
de pies que no soportan los caminos,
que no caminan nunca por la ruta
que ofrece la esperanza a mi destino.
Y sueño que despierto un buen domingo
y adoro las marquitas de mi ombligo.
mis manos y mis brazos son abrazos
mis dedos y mis pies son laberintos
y pierdo en sus veredas estos miedos
que marcan a diario mis sentidos.
Y puede que el domingo sea fiesta
y olvide, inseguros, mis latidos,
y puede que esta vez me baste sólo,
gritar, con esta voz que es como un hilo,
un grito que me ate a las certezas
del imperfecto mundo que he elegido.
5 comentarios:
el lunes esta de mas, tendrian que abolirlo...
y los domingos por la tarde tambien
me conmovieron tus palabras.
palabras, verdades, sensaciones de bienvenida o tal vez no, de cada dia de la semana.
excelente poema, delicadas líneas que no dejan de causarme sensación de "yo,muchas veces, tambien lo siento así"
may, que andes muy bien.
ceci.
Hermosos poemas May. He caido por aquí de rebote yme quedo sorprendido por tus sutiles rimas, a veces blancas, tan difíciles de encajar. Muy bello todo por tu blog.
Me llevo un link hasta mi patio.
Besos
por fin encuentro a alguien con sentido del ritmo
bs
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