(cortesia de google images)
Lo más hermoso que nos puede dejar una historia que se termina es el recuerdo de aquellos guiños que la hicieron inolvidable, y sobre todo, la certeza de saber que una vez terminado el dolor, podremos volver a rememorar los retazos inborrables que se guardaron en nuestra memoria y que aún hoy, cuando la llama esta apagada, son capaces de encender en nuestro rostro una sonrisa
RECORDARTE
Me he encontrando pensando en los zapatos
que dejabas escondidos en mi piso
y que yo escondía tras las puertas
por ganarme más minutos en tu abrigo
Recordaba, esta tarde al recordarte,
tus ojos, en las tardes de domingo,
que perdidos en un libro que leías
espiaban a escondidas mi vestido.
Yo fingía que no te estaba viendo
y espiaba, muy discreta, desde el quicio
esa forma de morder aquellos labios
que rompían mis silencios con cariño.
Hoy mis labios se tuercen en sonrisa
cuando pienso en nuestras tardes de domingo
en la manta cubriendo las caricias
y la tele acompañando nuestros vicios.
Aún recuerdo tu voz en mis oídos
susurrando, de esa forma, esos tonillos
que entre risas me decías que cantabas
mientras yo me retorcía en el martirio
de escuchar tu voz que no entonaba
las canciones que sonaban por el piso.
Te recuerdo, mirando hacia la nada
mientras yo te preguntaba donde estabas
y apenas acertaba a adivinarte
Me he encontrando pensando en los zapatos
que dejabas escondidos en mi piso
y que yo escondía tras las puertas
por ganarme más minutos en tu abrigo
Recordaba, esta tarde al recordarte,
tus ojos, en las tardes de domingo,
que perdidos en un libro que leías
espiaban a escondidas mi vestido.
Yo fingía que no te estaba viendo
y espiaba, muy discreta, desde el quicio
esa forma de morder aquellos labios
que rompían mis silencios con cariño.
Hoy mis labios se tuercen en sonrisa
cuando pienso en nuestras tardes de domingo
en la manta cubriendo las caricias
y la tele acompañando nuestros vicios.
Aún recuerdo tu voz en mis oídos
susurrando, de esa forma, esos tonillos
que entre risas me decías que cantabas
mientras yo me retorcía en el martirio
de escuchar tu voz que no entonaba
las canciones que sonaban por el piso.
Te recuerdo, mirando hacia la nada
mientras yo te preguntaba donde estabas
y apenas acertaba a adivinarte
ya a mil leguas del hogar que nos guardaba
3 comentarios:
Hola May !!
¿Qué tal estás? ¿Cómo llevas el calor de Madrid?
Espero que mekor que yo.
Pasaba a decirte que te he dejado algo aquí:
http://cuerdosdeatar.blogspot.com/2008/08/premio-brillante-weblog.html
Muxu bat.
despues de cuanto uno recuerda con alegria?
y hacer el recuerdo vida y presente
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