lunes, 22 de junio de 2009

Hay gente que no deberia morir

(Fuente: www.elcorredigital.es)
A veces es dificil madrugar, levantarse, incluso siendo un viernes en el que una espera el fin de semana como agua de mayo.Pero más dificil aún es aguantar el día con el aplomo suficiente para que una lágrima aguante y no resbale por tu mejilla cuando la realidad golpea desde primeras horas de la mañana.

El viernes fue uno de esos días aciagos, que una quisiera marcar con fuerza en el calendario para recordar siempre que hay gente que no debería morir, y a pesar de ellos lo hacen.

No debería haber muerto Vicente Ferrer, un hombre que supo encontrar en la India el camino hacia la justicia, en pequeños pero importantes pasos. Consiguió cambiar la vida de numerosas personas, de esos descastados, "los intocables" y darles la dignidad que nadie debería haberles quitado, y en el camino consiguió también remover nuestras conciencias, obligarnos a mirar y no girar la cabeza, y más aún, obligarnos a comprometernos.

Tampoco deberían haber muerto todos los manifestantes que en las calles de Teheran estan reclamando justicia, y verdad. POrque...¿acaso hay algo más revolucionario que la verdad? A estas horas del lunes todavia nos preguntamos en que terminará esta revuelta. Ojala no en más sangre, y sí en cambio en justicia para lo que piden, en transparencia, en dignidad y en futuro para un país que lo merece.

Menos debería haber muerto Eduardo Puelles. Un hombre digno como el que más, que luchaba en su vida diaria porque la violencia desapareciera algun día, ojala definitivamente del Pais Vasco y al que los de siempre, los cobardes de las bombas lapa y el tiro en la nuca, mataron el viernes. Que orgullo haber podido escuchar a la mujer de este hombre, que dignidad y firmeza en sus ojos y sus palabras. Porque he de reconocer que el sabado al escucharla yo fui una de las que lloró. Porque basta ya, porque esto tiene que terminar de una vez por todas.

Y a pesar de todo la gente buena seguirá muriendo, y yo seguiré llorando...

1 comentario:

Álvaro Dorian Gray dijo...

Todos lloramos, lo único que nos queda es esperar no llorar más. Ese es nuestro deseo.
saludos y salud