Hay dias en los que, sin saber porque, como ni cuando, una se levanta con alguna ausencia estupida, que si echa de menos leche para el cafe, colgar la ropa en el colgador o alguien que la ame. Ya ves, esas cosas tontas, de rutinas y sal de la vida, que a una, tan fuerte y chicarrona del norte, a veces la dejan de vuelta y media con cara triste que no de pena.
Una siempre piensa que los demás son más felices, más fuertes o más, simplemente, y en estos dias se levanta con ganas de darse a la bebida que para el caso que más da si sea cafe, whisky o cocacola. Desgraciadamente, la vida, la muy cabrona, esta ahi para recordarte una y mil veces que vales tanto como tu quieres. Y yo hoy quiero valer tanto, que todo me sabe a poco. En fin, que los domingos nunca han sido mi fuerte, y hoy tocaba un poco de desgraciada, pero vamos nada que no se cure con un poco de musica, literatura, cine, y bofetadas de realidad, de birmanias y viviendas, para volver otra vez al camino, que no al redil y seguir adelante.
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