Hoy había pensado escribir algo sobre himnos y letras y símbolos pero no, hoy necesito que mi vida esté más allá de esta ceguera de banalidades en la que continuamente nos sumimos. Hoy prefiero acordarme de la sensación de ayer, cuando fui a buscar a mi hermana a la T4, a mi, que como bien dice Ismael serrano hasta ahora no me habían afectado especialmente los aeropuertos, ayer me hizo sentirme frágil. Los aeropuertos, esas tierras de nadie, en los que unos viven los dramas de una historia que termina aunque simplemente sea en un punto suspensivo, mientras otros viven la esperanza, la ilusion del que será, de quizás esta vez y del porque no.
hoy también prefiero acordarme de la lluvia que limpia Madrid ( y no de los gritos, de los himnos que encienden crispaciones) , la lluvia en esta ciudad es una pausa, una pausa en la que las rutinas se detienen, y los corazones sueñan, con playas de arena caliente, brazos y besos. Con huir de la oficina sin mirar atrás, con excusas tan ciertas como mentiras y volar en los abrazos de aquel que susurra al oido aquello impronunciable que nos devuelve sonrisas y regala ilusiones.
Hoy no tengo ganas de enfadarme solo de bailar
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