lunes, 1 de octubre de 2007

Todo por una bandera

Será que nacer en Bilbao me convierte en una opinadora profesional sobre patrias o banderas, o será como siempre, que tengo que opinar de todo, y más de los todos que tienen tanto que ver con mi cantabrico, mi cuadrilla, mi aita y mi ama, pero el caso es que con los años, estos muchos o esto pocos, según se mire, cada vez me parece más vanal los amores de unos cuantos por trozos de tela con los que cubren su habitacion o su muñeca, según sea el caso.

Siempre me ha parecido ridiculos los patriotismos de patio de escuela, de mano en el corazon, himno y beso a la bandera, lease tantos y tantos yankees, vistos en peliculas made in hollywood, de guerras de las galaxias o frias, según se mire. Pero en el fondo esta mania frecuente de mirar para afuera es absurda y menos dolorosa si el tema es tan sencillo como mirar hacia dentro de mi tierra o de mi pais. Me resulta gracioso, que en este pais, donde partidos nacionales, azules y de gaviotas se rasgan las vestiduras ante nacionalismos identitarios, lease vasco, gallego, catalan,o burgales, que para todos los gustos hay, a la vez se corran del gusto ( y perdon por semejante grosera expresion) cada vez que pasea el rey al son del himno español y ellos orgullosos ondean su bandera, moviendo los labios con el deseo de que ese himno que tararean tuviera letra que glorificara esta santa patria.

En fin, que alla cada uno con sus perversiones, que para eso vivimos en un pais supuestamente libre ( censuras judiciales aparte) que yo me seguiré quedando como mi cielo xirimiri, mi mar enbravecido y el sonido de que tiempos pasados no fueron mejores, que la historia se repite y que ojala me equivoque y otro mundo mejor sea posible y a ti, y a mi nos de igual el color de la tele que nos cubre.

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