miércoles, 10 de octubre de 2007

la buena memoria

En este país de frágil memoria y pactos de silencios, la política siempre ha discurrido por la orilla derecha. Nunca hubo elección, ir por la derecha siempre fue el buen camino, ir por la izquierda además de un error siempre fue razón suficiente para que, según los tiempos, te atacaran verbalmente, o con un palo y te tiraran al río, y si a duras penas conseguías llegar a la otra orilla, la buena, la derecha, solo tenias una opción hacerlo, gracias a la divina providencia, con la cabeza gacha y sumiso, agradeciendo los parabienes que se te habían concedido.

Es difícil entender a aquellos que se rasgan las vestiduras con las leyes de la memoria. Entiendo que sobre todo aquellos cuya única culpa fue el silencio complice ( aunque como ya dijera Martin luther king:, Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena) no puedan entender el dolor de aquellas personas que cuarenta años después de perder la guerra, después de haber vivido bajo yugos de vergüenza, dolor, indignidad, tortura, negacion, sumisión y castigo, tuvieran que seguir callando cuando la tan anhelada democracia llegó por este pais. Habrá quien crea que la guerra pasó hace muchos años, que ya pocos de los que la sufrieron se mantienen en pie con la lucidez suficiente, que hace ya muchos años que aquel general gallego que luchaba contra masones, sionistas y comunistas, verbigracia de Dios, inauguraba pantanos mientras no cesaba en su empeño de limpiar su pais de mis hermanos, tios o abuelos. Habrá también quien tema que en estos tiempos de recuerdo, recordemos al fin que las biografias que a conciencia se habian inventado no son tan intachables,. Habrá quien siga creyendo que unos muertos valen más que otros

Es tan necesaria la memoria como la justicia, no solo restaurar penalmente a aquellos acusados de desafectos al regimen, o maleantes, o cualquiera de aquellas absurdas sentencias,sino recordar, recordar sus luchas, ideas y esperanzas. Fueron muchos los años de olvido,muchos los años de verguenza y señalar con el dedo. Muchos nietos a estas alturas no esperan nada ya que les resarza de aquellos de los que nunca se hablaba, del abuelo que nunca le contó historias de la infancia, porque casi ni la tuvo, del padre que nadie hablaba, que en navidades no volvia con un abrazo y el juguete de turno.

Como sociedad democratica tenemos un deber para con los que sufren, y un deber para con nosotros mismos.No olvidar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón May. Yo añadiría que la memoria histórica no se hace solo con leyes, que todos debemos ser respnsables del recuerdo, y en este pais falta valentía de ciertos agentes como el Cine, la televisión, y sobretodo la educación, para hacer memoria histórica.

Y com rezaba la frase popular, el pais que no recuerda su histroia está condenado a repetirla... y viendo los videos de Rajoy, acojona.