miércoles, 10 de septiembre de 2008

ToRMeNTaS


En Madrid casi nunca llueve, pero a veces, muy pocas, la lluvia se convierte en abismo, el cielo se abre, la noche se vuelve dia, y pareciera que las miserias cayeran sobre los tejados recordandonos que no somos omnipotentes, que no somos dueños de nada.

Anoche no solo llovía, no sólo granizaba, no sólo...anoche Madrid fue una trinchera, y nosotros los miserables soldados que esperaban que la madrugada trajera la calma, porque nunca llegaba la paz.

Y mientras la noche convertía mi calle en un manto blanco de cenizas, y los arboles recorrian las calles como almas del purgatorio, intentaba cerrar los ojos, en mi habitacion, en mi colchon deshabitado, deseando un abrazo que me susurraran al oido no estas solas.

Y así pasé la noche buscando entre tormentas la sombra de ese abrazo.



Cuando la noche es tormenta
Quisera volver a ser niña
para sentir que tus brazos
son de este cuerpo caricia.


2 comentarios:

My dijo...

mmm... madrid..
perdón.. madriz =)

en mi blog uno de mis primeros relatos hablaba de madrid.. es una ciudad que lo absorbe todo, sentidos, sensaciones, sonrisas y desdichas.

un dia pasarás a leerlo?

un abrazo guapa..

Anónimo dijo...

La lluvia se convierte en abismo...
Esa frase es alucinante. La verdad es que todo el texto es una obra de arte, pues haces algo mágico de lo cotidiano.
Después de la tormenta siempre llega la calma. No lo olvides, amiga.
Besos.