martes, 26 de enero de 2010

CELDA 211


No ocurre a menudo, pero pasa. A veces, cuando las expectativas son demasiado elevadas, por mas que nos prometamos ir con la mente abierta, resulta que una vez visto el resultado comienza la cadena sin fin de decepciones. Empiezas a desconfiar del criterio de los demás y prometes no volver a hacerles caso en el futuro. Aunque ese futuro apenas dure unos días.

Pero a veces también se da el milagro. Un hecho excepcional que te congratula con los tantos que te han dicho que esa película no puedes perdertela. Por eso el domingo olvide tantas desengaños previos, y fui al cine (lo mejor que puedes hacer un domingo lluvioso en Bilbao) a ver Celda 211.

Decir que es buena es quedarse corta. La película es extraordinaria (y lo escribo así, con todas las letras porque exactamente es eso lo que quiero decir). Desde el primer fotograma te atrapa el estomago, las entrañas y ni un solo momento te deja de tener ahí, enganchado, apretando con descaro cada rincón de tu cuerpo, en tensión. (Tan solo pequeños guiños permiten unos pocos minutos de sonrisa a media asta para volver de nuevo al estado previo).

Si Celda 211 me ha gustado es sin duda por el guión. Porque no se trata tan solo de otra película mas de motines carcelarios, sino que es la película del motín carcelario. Con sabor patrio, nada de burdas copias al star system americano. Un guión que empieza, dura y perdura como solo podía ser. Porque cuando la peli termina descubres que ese es el final que tenia que ser.

Si Celda 211 me ha gustado es porque Alberto Ammann demuestra en practicamente todo el metraje que actuar, además de oficio, es talento, y a este chico le sobra. Consigue lo mas difícil que puede conseguir el arte, que te preguntes que harías tu en su lugar. Te sientes tan vulnerable como el y a la vez tan valiente, y piensas, tu también, que se hace lo que se puede.

Si Celda 211 me ha gustado es porque Luis Tosar es Malamadre. Y con eso queda todo dicho. Ya no es un parado en Los lunes al sol, ni un maltratador en Te doy mis ojos. Es Malamadre, desde la punta del pie hasta el ultimo pelo que le queda en la cabeza. Consigue que su personaje sea tan poderoso, visceral, enérgico como solo Luis Tosar podría hacerlo.

Si Celda 211 me ha gustado es porque Marta Etura continua demostrando película tras película que sigue siendo una de las mejores actrices de este país.

Si Celda 211 me ha gustado es por Carlos Bardem y por Antonio Resines. Porque el primero sigue demostrando que ser Bardem es lo mismo que decir talento, porque nada tiene que envidiar a su famoso hermano. Y si me ha gustado también es porque el segundo me demuestra nuevamente que no es un cliche del cómico español, sino muy al contrario un gran actor.

Y si Celda 211 me ha gustado, hasta el punto de considerarla extraordinaria como ya he dicho ,es porque las películas buenas son las que te dejan con una sonrisa en la boca al salir del cine, pero las extraordinarias son otras. Son esas películas que no terminan ni después de encendidas las luces, tampoco al salir de la sala. Son esas películas que durante un rato se te quedan en las entrañas.

Gracias Daniel Monzon por el regalo...

4 comentarios:

Juanchu dijo...

Pues ahora léete la novela en que está basada y que tiene el mismo título y fliparás.

Mar Goizueta dijo...

Pues tenía yo muchas ganas de verla y ahora más aún
Besos :)

Luis Cano Ruiz dijo...

Creo que con lo que has definido se queda todo dicho.

Para mi fue una peli que dos días después todavía me había dejado un sabor agridulce en el estómago, una especie de miedo y valentía, como bien has escrito.

Porque al final, en la vida, se hace lo que se puede. SIn pedir más, y sin esperar menos.

Cuídate.

David dijo...

No se si quedarme con la pelicula o con la crítica!!!