martes, 9 de agosto de 2011

No insistas


Te imaginé marchándote mucho antes de conocerte, quizás por eso no me fié nunca de esa sonrisa de medio lado que me regalabas cada día al llegar a casa.

¡No insistas!... ya sé que al final me vas a hacer daño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo, he aprendido que a veces, las cosas no se repiten y aunque se parezcan a otras o la gente de diga o tu misma adviertas, a veces, LAS COSAS SALEN BIEN... ¿por qué no insistir? ¿porqué no arriesgar?...

Me encanta la foto...es buenísima

Besos desde el optimismo (no sé si un espejismo o no , pero así estoy hoy)