martes, 29 de diciembre de 2015

CÚPULAS DE CRISTAL

Empieza 2016 y no quiero estar enfadada todo el rato.

Empieza 2016 y sigo viviendo bajo una cúpula de cristal por el hecho de ser mujer.

Por ser mujer tengo que aceptar que mis curvas me sobran, no por salud sino para que alguien me pueda querer.

Por ser mujer tengo que masculinizarme si quiero progresar en mi empresa, entregar mi vida personal (tenga o no familia) para poder ejercer el presentismo necesario que me ponga en el ojo de mira de los directivos, que curiosamente son en su gran mayoría hombres.

Por ser mujer vuelvo a casa de noche con el móvil en la mano esperando no encontrarme a nadie en mitad de la calle que me ponga en una situación de peligro, "aunque simplemente sea unos chavales borrachos echándose unas risas"

Por ser mujer unos políticos deciden que mi menstruación, y los costes que supone son cosa mía (con productos carisimos, y no considerados bienes básicos con su correspondiente IVA reducido) pero en cambio se creen responsables a la hora de legislar sobre mi maternidad.

Por ser mujer, y escribir esto que escribo, para la muchas de las personas con las que me cruzo en mi día a día  soy una feminazi por recordarles que esto es un problema no solo domestico, sino cultural y social que tenemos que abordar todos como sociedad.

Por ser mujer, tengo que ignorar las bromas pesadas diarias que en mi empresa se repiten con jocosidad sobre el poderío de hombres y el servilismo de mujeres y los  papeles que nos corresponden a cada uno,  mientras te miran de reojo esperando a ver si entras al trapo y sueltas el discurso para poder reírse de ti mientras te dicen: "pero como te pones mujer", y entre palmaditas de machitos susurrarse..."estará en esos días".

Por ser mujer, tampoco quiero tener que elegir entre estar cabreada constantemente porque vivo en una sociedad machista en la que parece que ha resurgido con fuerza la pasión por serlo, y sonreír y ser feliz, porque sigo creyendo que la revolución será feminista y será alegre.

Por ser mujer soy quien soy y me gusta serlo, y sigo creyendo que ser mujer me hace la vida más difícil por resistirme a aceptar que las cosas son como son y no se pueden cambiar, pero eso no quita para que siga creyendo en un futuro en el que las mujeres no tengan que necesitar cuotas para poder estar representadas, en el que las estadísticas sobre sueldo dejen de reflejar que cobramos menos, y en el que no sea noticia el genero del nuevo o nueva presidenta del gobierno, o el nuevo o nueva consejero delegado de turno..

Por ser mujer solo quiero tener que ser yo.

1 comentario:

ALATRISTE dijo...

En otra vida nos leíamos mutuamente. Soy Ramón/Alatriste de El desván del poeta.
Me entró la nostalgia y me puse a buscar las viejas amistades.
Estoy en Facebook como Ramón Martínez Martín, por si quieres retomar el contacto.
Espero que estés muy bien.
Saludos.