El dolor de los dedos que corren
el sendero que marca el teclado,
no son solo unos versos robados
o una noche durmiendo entre hienas,
el dolor de estos dedos que escriben
son aquellas palabras que anegan,
las estrofas no escritas en verso,
y los versos que no habitan poemas.
El dolor que amenaza a un poeta,
son los versos vacios de vida
casi tanto como las promesas,
los deseos que nunca llegaron
y las vidas que en versos se quedan.
el sendero que marca el teclado,
no son solo unos versos robados
o una noche durmiendo entre hienas,
el dolor de estos dedos que escriben
son aquellas palabras que anegan,
las estrofas no escritas en verso,
y los versos que no habitan poemas.
El dolor que amenaza a un poeta,
son los versos vacios de vida
casi tanto como las promesas,
los deseos que nunca llegaron
y las vidas que en versos se quedan.
2 comentarios:
Precioso, me ha dejado sin palabras. Muy bien escogida la foto que expresa mucho en silencio.
Un saludo.
Escribir poesía es abrir el alma para transmitir las mejores ideas que nos pertenecen. Es sentirnos entregados a una misión que nunca tiene retorno porque se traslada y vivifica a los demás. Los versos son deseos que fluyen en la mente y salen a flote porque necesitamos que lo hagan. Magnifico poema con el que nos agasajas. Gracias
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